sábado, 15 de agosto de 2015

Síndrome de inseguridad en el niño


¿Sabías que tú como padre estás contribuyendo de forma importante en la formación de seguridad de tu hijo?


Retrocedamos un poco y veamos lo que decía Erikson sobre la adquisición de confianza en las primeras etapas de vida:
"Como bien sabemos el ser humano está en constante evolución y aprende a lo largo de su vida, siempre y cuando se encuentre con un buen sostén social y personal para que este proceso evolutivo se realice de forma sana."
Siguiendo a Erikson se puede afirmar que el desarrollo psicosocial  procede de pasos “críticos”, este proceso es necesario, por el que todo ser humano pasa para poder trascender una etapa de vida y continuar en otra con mayor integración y plenitud.

Edad: 0 -1 años
Crisis Psicosocial: Confianza vs desconfianza
Relaciones significativas: La madre

La primera demostración de confianza social en el niño es la facilidad de su alimentación, el dormir  bien, y el funcionamiento de sus  intestinos. A partir de estas experiencias de satisfacción de las necesidades que sus padres le otorguen, el niño va a aprender y disponer de una mayor confianza en el ambiente que le rodea.
La confianza básica del recién nacido consiste en combinar el cuidado y el suministro con un sentido de des confiabilidad personal. De ser así, se puede encontrar a un bebe con suficiente confianza en el mundo como para querer desplazarse en él, manipular objetos y explorar nuevos espacios.

Los niños son lo que les han dado                
El niño está tratando de entender si es correcto o no confiar  o no confiar en quienes lo rodean. De esta forma desarrolla confianza y seguridad en sí mismo, por lo contrario de vuelve desconfiado y retraído.  A esta edad, los niños observan lo que se les brinda y analizan si su entorno es confiable. Se comportara de diferente manera cuando el entorno familiar le es agradable a cuando no lo es.  Es importante que desde su nacimiento el niño tenga confianza en sus padres, esta es la base para  tener seguridad en sí mismo, si no la tiene, la falta de seguridad se verá reflejado en etapas posteriores, de manera que no se sienta seguro de lo que hace o de la toma de decisiones.
Cuando las conductas de los padres son  rechazantes, contradictorias, sobreprotectoras en forma variada, pero su imagen como pareja no está en armonía. La  percepción que tiene la familia del pequeño  es negativa, comienzan los conflictos familiares y los problemas futuros del niño, donde se afirma la desconfianza.

Edad: 2- 3 años
Crisis psicosocial: Autonomía vs vergüenza y duda

Relaciones significativas: los padres
Esta segunda crisis  es llamada estadio anal muscular de la niñez temprana, se pretende que desde los 18 meses hasta los 3-4 años de edad, el niño alcance el mayor grado de autonomía, aun conservando un toque de vergüenza y duda. Lo sano es que ambos padres estén presentes en  el cuidado del pequeño, dejándolo explorar y manipular el medio en el que se encuentra, esto lo lleva a desarrollar además cierto grado de independencia.
El trato de los padres debe de ser equilibrado es decir , no deben empujarle demasiado ni desalentarle.
El burlarse de los esfuerzos del niño puede llevarle a sentirse avergonzado y dudar de sus habilidades, además  si se le daña una libertad  con una ausencia de límites, o si se le ayuda a hacer las cosas que el podría hacer solo, el niño creerá que no es lo suficientemente bueno.

Edad: 3- 6
Crisis psicosocial: iniciativa vs Culpa

Relaciones: Familiares, ambiente escolar
La tarea principal del periodo prescolar es que el niño pueda adquirir un sentido de iniciativa, en el cual sienten satisfacción por el hecho de haber tenido éxito en sus actividades. El conflicto surge cuando sobrepasan los límites de capacidad y búsqueda, experimentando un sentimiento de culpa por no haberse comportado o actuado de forma apropiada.

Ahora ya entendiste como inicia el proceso  seguridad en tu hijo ¿Qué harás al respecto?
 En los niños es habitual que en alguna etapa de su crecimiento  muestren inseguridad, esto es  notable en aspectos como: la relación que tiene con el entorno, el rendimiento académico, una autoestima baja, o interrupción de las metas.

La inseguridad es un impedimento en el camino hacia la felicidad o satisfacción plena. El niño al sentirse inseguro, manifiesta miedo, dudas,  ineptitud, y muchas veces impulsividad al realizar una acción. Es importante que se trabaje la inseguridad ya que esta se puede superar y así mismo el niño pueda elevar su autoestima.

 Es importante que los padres o personas más allegadas al pequeño como los maestros, las cuidadoras, los abuelos u otros familiares puedan proporcionar confianza en él, de lo contrario la inseguridad se verá acompañada en etapas posteriores, ocasionando un gran número de consecuencias negativas al grado de que la  persona sea incapaz de realizar cosas por sí mismo. 

Para  que los niños puedan tener un crecimiento sano, es necesario fomentar la seguridad en uno mismo, los niños y niñas crecerán felices, sin miedos, ni dudas, y podrán potencializar aún más  su aprendizaje y  desarrollar habilidades competitivas. Para que sean adultos felices, seguros, y capaces de seguir sus metas.

Investigaciones:
En un estudio longitudinal realizado en Bélgica (Verschueren,Buyck y Marcoen, 2001), los investigadores midieron la autopercepción de niños de cinco años, como apariencia física, competencia escolar y atlética, aceptación social y comportamiento. La autopercepción positiva o negativa que tienen los niños a los cinco años predecía su autopercepción y su funcionamiento socioemocional a la edad de ocho años. Sin embargo antes de la transición de los cinco a los siete años, la autoestima de los niños no se basa necesariamente en la realidad. Tienden a aceptar los juicios de los adultos, que por lo general estos les proporcionan retroalimentación positiva y acrítica que pueden subestimar sus capacidades (Hunter, 1990, 1993,1996, 1998).


Cuando la autoestima es alta un niño se siente motivado para conseguir lo que desea. Tienden a tribuir el fracaso o la desilusión a factores externos, o a la necesidad de esforzarse más. Si al inicio no tienen éxito o son rechazados, perseveran y prueban nuevas estrategias hasta encontrar una que funcione.
Suelen tener padres o maestros que siempre los están retroalimentado  en lugar de criticarlos. (Burhans y Dweck, 1995; Ruble y Dweck, 1995)

Un niño con una baja autoestima puede sentirse avergonzado y rendirse fácilmente ante las actividades que se le presentan, no espera tener éxito y por ende no lo intenta. Mientras que los niños mayores que fracasan  se perciben como “tontos” y  los de prescolar interpretan el fracaso como una indicación de que son “malos”.

NOTA
Es responsabilidad de los padres que reconozcan estos comportamientos en sus hijos y responder a ellos para que los pequeños desarrollen mayor seguridad y fortaleza.
Es importante que los padres sean más sensibles o estén más atentos  ante cualquier comportamiento de su hijo ya que estos  no son capaces de expresar  con palabras lo que están sintiendo o lo que necesitan de ellos.

Bibliografía

DIANE E. PAPALIA, S. W. (2009). Desarrollo humano . Mexico. D.F. : Mc Graw Hill.

2 comentarios:

  1. Que buena informacion contiene tu documento la verdad me ayudo mucho a conocer a fondo el tema.

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  2. Que buena informacion contiene tu documento la verdad me ayudo mucho a conocer a fondo el tema.

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