¿Has notado que tu hijo se distrae mucho? ¿Cuando le hablas pareciera no escucharte? ¿Suele dejar tareas sin completar? Es posible que tenga un problema de atención...
La
atención es uno de los procesos mentales
superiores, es la habilidad que tenemos para seleccionar sólo la información
relevante; gracias a ella podemos realizar la mayor parte de las actividades en
nuestra vida (Amador Campos, Forns Santacana , & Kirchner
Nebot) .
Un ejemplo es dentro de un aula de clase; ahí confluyen una cantidad increíble
de estímulos: Las voces de los compañeros, los objetos dentro del salón, el
ruido que proviene de fuera, el frío o el calor, etc. Todos estos elementos
convergen al mismo tiempo y sin embargo el alumno es capaz de ignorarlos para
atender únicamente a lo que el maestro dice.
La atención es un fenómeno de gran relevancia en los procesos educativos, puesto que si no hay capacidad para fijar la atención no es posible concentrarse, y la distracción constante genera conflictos en el aprendizaje
Un niño con TDAH con predominio de déficit de atención tiene mayor dificultad para procesar la información rápidamente y para centrarse en la información relevante de la tarea a realizar, se distraen con facilidad, no parecen escuchar cuando se les habla y se muestran olvidadizos para tareas diarias. Mientras tanto, un niño con predominio de hiperactividad tiene dificultades para atender a cualquier tarea por un periodo de tiempo mínimo, actúa de manera impulsiva y habla mucho, por lo que puede alterar el orden del salón de clases y distraer a sus compañeros. Estos niños son aquellos a los que 'no se les acaba la pila' o 'están en todo y en nada', suelen no completar los trabajos escolares u otros deberes, sin embargo son capaces de atender a actividades que les motiven y que sean de su interés.
En particular, el pronóstico de los niños con TDAH es favorable, siempre y cuando se les de una atención adecuada. Existen tratamientos con medicamentos y sin medicamentos que pueden utilizarse simultáneamente, sin embargo es de gran importancia consultar previamente a un profesional en el área para determinar cuál es el medicamento más adecuado. La terapia psicológica en combinación con el tratamiento farmacológico ha demostrado traer buenos resultados, sin embargo gran parte del éxito del tratamiento depende del cuidado de los padres para que el niño realice de forma constante las tareas que los especialistas le asignan.
Cabe
resaltar que a pesar de estas clasificaciones, el caso de cada niño es muy
particular y no toda alteración en la atención se debe a un trastorno, es
importante descartar la existencia de otros factores como problemas
emocionales, sociales u orgánicos.
A
continuación te dejo una lista con algunas recomendaciones que puedes
implementar para ayudar al pequeño a mejorar en su adaptación familiar, social
e individual:
- Tener una actitud positiva en general. Fortalecerá
la confianza del niño al notar que hay respuestas positivas hacia él.
- Ser paciente. Es frecuente que los niños
con problemas de atención reciban reprobaciones por parte de los demás.
Tratarlo de forma comprensiva y serena aumentará su autoestima.
- Asignarle tareas.
Incluir al niño en las actividades diarias lo hará sentirse útil y
motivado.
- Explicarle de forma breve y precisa. Dar
explicaciones largas y reiterativas hará que la atención del niño se
desvíe y no comprenderá lo que se le está pidiendo.
- Dar instrucciones concretas. Evita
confusiones y aumenta la probabilidad de que sean bien cumplidas.
- Elogiarlo cada vez que logre regular su
impulsividad. Los elogios deben ser inmediatos y constantes, poco a poco
comprenderá las conductas que se esperan de él y las integrará.
- Felicitarlo cada vez que logre concluir una
tarea o actividad. Aumentará su autoestima y será más probable que lo vuelva a
hacer.
- Utilizar actividades con ejercicios gráficos. Los
elementos visuales resultan más atractivos para lo niños con TDAH que para
los niños promedio, por lo que estimulan su atención.
- Señalar sus malas conductas, no su
personalidad. Es importante siempre dejarle en claro que lo que nos disgusta es
su comportamiento, no él.
Bibliografía
Amador Campos, J. A., Forns Santacana , M., &
Kirchner Nebot, T. (s.f.). disposit.ub.edu. (E. y. Departamento de
Personalidad, Ed.) Obtenido de
http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/345/1/144.pdf
La asociación para
jóvenes, niños y psicología natural. (2012). En Superando el Trastorno por
Déficit de Atención con Hipractividad (TDAH) sin medicación. Guía para padres
y educadores (pág. 56). Newark, NJ. Obtenido de
https://books.google.com.mx/books?id=YtRtGIhk-t8C&pg=PA56&lpg=PA56&dq=visuales+imagenes+tdah&source=bl&ots=Lo5cMBO-nL&sig=zwCQWf2ieKkSKXItDs2-Dg0iR2c&hl=es-419&sa=X&ved=0CEQQ6AEwCGoVChMIz8virtipxwIVEAWSCh37cQUp#v=onepage&q=visuales%20imagenes%20tdah&f=fal
Martínez Segura, M. J.
(s.f.). La atención: Aspectos patológicos. Obtenido de http://ocw.um.es/gat/contenidos/garcia/Biopatologia_infantojuvenil_y_NEEs/doc_temas/8b_mj_tdah.pdf
Tirado Segura, F.
(2010). Psicología Educativa para afrontar los desafíos del siglo XXI.
McGraw Hill.
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